Historia de la Cordillera Real

Según el escalador y guía de alta montaña francés Alain Mesili, con base en sus investigaciones históricas, la cordillera Real recibió su nombre de parte de los españoles que llegaron en el siglo XVI intentando encontrar los Yungas. Impresionados por la disposición continua de los nevados, su gran altura y majestuosidad, le otorgaron dicho título.

El célebre naturalista y botánico francés Alcides D’Orbigny fue el encargado de realizar los primeros registros escritos de exploración de este tramo montañoso, cuando en su viaje a La Paz, en 1830, describió su llegada al altiplano y a la ciudad desde donde observó al Chacaltaya, cuya cima probablemente fue conquistada por él años más tarde, el Huayna Potosí y el Illimani. Asimismo, en su viaje a los Yungas realizó una magnífica descripción del camino precolombino del Takesi13. Según un fragmento de su libro Viajes por Bolivia, en el tomo I, Alcides D’Orbigny (1958) relata su primer avistamiento de la cordillera Real, el 24 de mayo de 1830, escribiendo lo siguiente:

Más allá de ese conjunto imponente, un cuadro severo, formado por la vasta cortina de los Andes, cortada en picos cónicos que representan una sierra. En medio de esas cimas se eleva el Guaina Potosí, el Illimani con sus dos puntas y el Ancumani o el viejo emblanquecido por los años, como lo llaman poéticamente los indígenas, mostrando su cono cónico aplastado, los tres gigantes de los montes americanos, cuyas nieves resplandecientes se dibujan, arriba de las nubes, sobre el azul pronunciado del cielo, el más hermoso y puro del mundo.

Con el paso de los años, varios montañistas europeos anoticiados de la existencia de la cordillera Real comenzaron a llegar entre el siglo XIX y XX para poner sus ojos en los picos por encima de los 6.000 m.s.n.m. y las posibilidades de rutas que en ellas se podía hallar. Y así las fueron conquistando en las siguientes décadas. Cabe destacar que en este proceso de conquista de las altas cumbres bolivianas, un grupo de austriacos al contemplar la gran cordillera la llamaron “el Himalaya del nuevo mundo”, por su gran parecido a la cadena montañosa asiática.

De igual manera, varios escaladores nacionales, agrupados en el Club Andino Boliviano fundado en 1939, lamentablemente no alcanzaron las cumbres de la cordillera Real debido a la falta de equipo técnico y otros factores adversos en las primeras expediciones, pero poco a poco se fueron abriendo paso para, incluso, abrir nuevas rutas de gran dificultad. Es probable que el Huayna Potosí, particularmente, fuera el más difícil de conquistar, ya que cobró muchas vidas antes de que en 1919 los alemanes R.Dienst y O. Lohse llegaran a coronar su cima.

A partir de la década del 60, con las primeras expediciones turísticas, la cordillera Real se convirtió en el destino preferido para realizar turismo de aventura con varias actividades concentradas, principalmente, en el montañismo y senderismo en nevados de interés turístico como el Illimani, Huayna Potosí, Pequeño Alpamayo, Condoriri e Illampu.